Sali a comprar patatas.

Bueno, hoy es Domingo y tengo deberes culinarios, a si que revisando en la cocina se me ocurre preparar un guiso, pero horror necesito patatas, y todo esta cerrado, tendre que buscar en alguna tienda de estas de conveniencia esas que no cierran nunca (un chino vamos). La Susi tiene que pasar por el box repsol, y ponerse a punto llenando el deposito...

Llego a la primera tienda  que puede tener patatas,
pero esta muy cerca de casa, mejor me voy a la si-
guiente, alguna debera  haber en Cenes y aprobecho
para matar el gusanillo...

...la carretera se alarga, la circulacion es escasa y las curvas
se asoman una tras otra, el cielo esta nublado y sopla un
ligero vientecillo agradable que me lleva hasta el pantano de
Canales, que ha visto tiempos mejores.

 La vegetacion esta cambiando de color, esto es monte bajo
tipico mediterraneo, algunos montes aparecen pelaos al
objetivo de la camara, y los valles lejanos, mas verdes y
frondosos, vegetacion mas rica en matices, fruto de la
mano del hombre.

 Estos son bosque de pinos, y las enormes manchas
 que se ven son por culpa de los fuegos y de un terreno
menos fertil.

 Cuanto mas alto sube la Susi, mas arrecia el viento
y mas nos aleja de la ciudad, la naturaleza se muestra
esplendia a nuestros pies, las vistas nos envuelven en
una magia de colores, de paz y de tranquilidad.

 Aqui se nos cuela algo en la camara, que tambien
huye del mundanal ruido.
A la Susi le gusta, para que darle un disgusto, y
lo dejo al vista de todos.

 A mil ochocientos metros aparece la fuente D. Manuel,
decido parar y beber un trago, a estas alturas el agua debe
de ser de buena calidad, la Susi no toma, prefiere anticongelante
le sienta mejor a los aluminios de su radiador.

 La Susi nunca a pisado la nieve, y como poseida por
el motero fantasma se dejar ir a las alturas donde la nieve
es mas limpia y mas aundante, el viento la sigue llevando
de la mano.
Yo la dejo ir, al fin y al cabo le hace ilusion, y a mi tambien,
a pesar del frio, que cada vez se va haciendo mas presente,
y el viento que a ella la empuja a mi me enrojece la nariz,
tendre que bajarme la visera.

 El bosque de pinos esta cambiando por otro
mas resitente a las bajas temperaturas, aqui se
comparte el habitat con la fauna,.
Se nos cruza una ardilla veloz que
la camara no puede captar.

Viejos remontes que adornan rotondas
peligrosas, culpables de muchas lesiones
de rodilla.

 Aqui la carretera solitaria.

 Y hay lo que salio despues de mover la
camara al antojo del viento.

La Susi fuera de su habitat, pero
cumpliendo un deseo, rodar en la
nieve.

 La carretera se a larga por las cumbres
peladas de la sierra, que pronto se cubriran
con un manto blanco, para dar cobijo a los
esquiadores.

 Las palomas pactan las ultimas
semilla de las plantas.

 Las nieves se derriten.

Y aqui que ha pasado? las prisas no son buenas.
pero la dejo y dire que son efectos especiales.

 A turdido de tanta belleza, me viene a la
memoria que yo tenia que hacer algo im-
portante, pero se que mas tarde lo recordare
y seguimos rodando.

 El movil suena y me devuelve a la realidad,
paro entre curvas de asfalto impecable,
no me da tiempo a cogerlo, no deja men-
saje, no deja numero, sigo rodando.

Vestigios de un tiempo mejor...
y recuerdo que sali a comprar patatas,
ahora vuelvo.